La musicoterapia, una de las formas más antiguas y naturales de corrección de estados emocionales, se define a grandes rasgos como el uso de la música en el tratamiento de personas con problemas de naturaleza mental, física y/o emocional. La musicoterapia fue reconocida oficialmente en Europa en el siglo XIX por destacados médicos y hoy en día sigue siendo un campo de la atención sanitaria en enorme expansión.
La música afecta al cuerpo y a la mente de muchas maneras poderosas. Tiene un profundo efecto en nuestro cuerpo y psique, sin embargo, esta terapia se adapta a todo el mundo independientemente de su edad, estado de salud o habilidades musicales. Ayuda a las personas con discapacidades mentales o físicas, problemas neurológicos, ayuda a los ancianos a hacer frente a enfermedades agudas y crónicas. Además, alivia el dolor y reduce la tensión nerviosa.
Varios estudios han demostrado las propiedades analgésicas y relajantes de la musicoterapia que se ha utilizado en el tratamiento de síndromes de dolor crónico de diferentes etiologías. Se ha observado una mejora en el proceso de rehabilitación: mejora del estado funcional y reducción de los síntomas patológicos. La música influye en la función neuroendocrina, en particular en el nivel de hormonas en la sangre que desempeñan un papel crucial en todas las reacciones emocionales.
Hoy en día la vida tiende a ser muy ajetreada y, por tanto, llena de estrés, contra el que la musicoterapia es un buen medio preventivo, así como un elemento de apoyo de las acciones cotidianas. La música tiene cualidades organizadoras emocionales y creativas, que se utilizan en la comunicación médica, para facilitar el contacto, la interacción, la autoexpresión y el autodesarrollo.
Hay dos formas de musicoterapia: pasiva y activa. Durante una musicoterapia pasiva el paciente escucha distintos tipos de música, según el estado de su salud mental y el curso del tratamiento. Durante las sesiones de música activa, los pacientes participan en la creación e interpretación de música.
Cuatro piezas musicales fueron compuestas específicamente para los tratamientos realizados en los equipos NeoQi, por el musicoterapeuta estonio Dali Kask, uno de los expertos más reconocidos en este campo. Este acompañamiento musical tiene un impacto positivo y amplificador en la percepción del tratamiento y puede combinarse con aromaterapia o ejercicios respiratorios.
Los componentes rítmicos de la música ayudan a aumentar la vitalidad. Durante la musicoterapia, un flujo constante de energía pasa dentro de nuestro cuerpo hasta que se alcanza la armonía. La musicoterapia lleva a la persona a comprender y utilizar el poder de esta armonía que guía perfectamente el proceso para alcanzarla.