Sauna de infrarrojos

La radiación infrarroja (IR) se refiere a la energía en la región del espectro de radiación electromagnética con longitudes de onda más largas que las de la luz visible, pero más cortas que las de las ondas de radio. Invisible para el ojo humano, la radiación infrarroja tiene una energía térmica muy fuerte que penetra en los tejidos hasta una profundidad de 3-7 centímetros. El aumento de la temperatura como consecuencia de la absorción tisular de los rayos infrarrojos provoca reacciones de carácter local (hipertermia, aumento de la permeabilidad vascular) y general (intensificación del metabolismo, termorregulación, etc.).

La investigación biotecnológica moderna ha demostrado que la radiación infrarroja es de suma importancia en el desarrollo de todas las formas de vida en la Tierra, por lo que se la denomina rayos biogenéticos o rayos de la vida.

La radiación infrarroja tiene un efecto analgésico, acelera el proceso de curación de los pacientes con gripe y puede servir como medida de prevención contra los resfriados. Los rayos infrarrojos tienen un efecto terapéutico en el tratamiento de enfermedades del sistema musculoesquelético (efecto antiinflamatorio y analgésico en los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones), proporcionan una revitalización profunda, segura y cálida a todos los órganos y tejidos, mejoran el metabolismo y estimulan las glándulas endocrinas, favorecen la cicatrización y ayudan en la lucha contra la obesidad.

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